Hoy queremos hablarte en este post de un tema que seguro es de gran utilidad si eres, como nosotros, un amante de los muebles de madera… ¿Cómo limpiar y cuidar los muebles de madera natural? Y cuando nos referimos a limpiar y cuidar, lo que queremos es que tu mueble tenga siempre un fantástico aspecto. Para ello vamos a ver cómo podemos evitar su deterioro y envejecimiento prematuro, así como un deslustramiento innecesario.
Además de la suciedad habitual, manchas y rasguños accidentales, los muebles de madera son susceptibles a factores ambientales, tales como la luz, humedad y polvo.
Una de las mayores virtudes de los muebles de madera es que a veces, con pequeños cuidados puedes devolverles su aspecto original y hacer que reluzcan.
En cualquier caso, y antes de empezar a daros algunos consejos, os recomiendo que cuando compréis un mueble de madera natural, preguntéis al vendedor/a que son los expertos y ellos os podrán decir qué acabado tiene el mueble y cuáles son los productos más aconsejables para vosotros. En Mueble Rustiko los especialistas estarán encantados de resolverte ésta y cualquier otra duda que tengas sobre tus muebles de madera.
Algunos enemigos habituales de los muebles de madera. Cómo prevenirlos y/o tratarlos
1. La humedad: Los cambios repentinos en la humedad son una de las mayores preocupaciones para los muebles de madera. Los expertos sugieren que la temperatura del hogar para muebles de madera es entre 21 y 22 grados centígrados, y con niveles de humedad en un rango entre 30 y 40 por ciento. Si estos son expuestos a un nivel de humedad mayor pueden verse afectados de forma negativa provocando un cambio de volumen en ciertas zonas y deteriorando la madera, llegando a pudrirse y aparecer hongos tanto interiormente como exteriormente, y si la humedad es menor del 30% es fácil que lleguen a agrietarse.
Para hidratar y nutrir los muebles de madera aplicaremos cera cada 15 días. Para que no se resequen debido al calor, sobre todo en invierno con las calefacciones, pondremos humidificadores y en verano el aire acondicionado puede ser un buen recurso . Las plantas con la tierra bien húmeda también pueden ser una gran compañía para nuestros muebles.
2. Los rayos solares:
Los rayos solares y la luz ultravioleta le quitan brillo a los muebles y los decoloran. Así que evitaremos poner los muebles donde le llegue el sol directamente, ya que la exposición prolongada a la luz solar puede causar agrietamiento del acabado de los muebles de madera.
Los daños causados por la exposición a la luz son acumulativos e irreversibles. Por lo tanto, los esfuerzos para controlar la exposición excesiva a la luz valdrán la pena.
Protegiendo las ventanas con cortinas, estores o algo similar y cambiando de vez en cuando el lugar de los objetos decorativos y lámparas podremos evitar de manera sencilla que se decoloren.En el caso que ya se nos haya decolorado frotaremos el mueble con un algodón empapado en aceite. Dejaremos que se seque 48 horas y volveremos a aplicar otra capa. Por último, una vez seco, aplicaremos cera natural y volveremos a dejar que se seque.
3. El polvo:
El polvo puede llegar a ser abrasivo y se acumula en los “rincones y ranuras” de la madera, los tallados, fisuras y cualquier grieta en la superficie de los muebles. Si se deja acumular se vuelve difícil de quitar.
Utilizaremos un paño suave para desempolvar. Una camiseta de algodón vieja que este limpia, paño similar o un pedazo de gamuza son ideales. Es mejor que no utilicemos agua, pero si lo hacemos, es importante que sea con moderación. El exceso puede hinchar o encorvar la madera.
Podemos usar un producto de los que venden en el mercado para madera, pero es importante nuestra elección y tener en cuenta que muchos aceites para madera contienen aceite de linaza u otros agentes secantes, que utilizados con frecuencia pueden crear una capa pegajosa en la superficie del acabado y oscurecerlo, ocultando de esta manera la veta de la madera. También, muchos lustra muebles comerciales tienden a embadurnar el mueble y además atraen y atrapan más el polvo. Los que llevan silicona también son perjudiciales.
Para un mejor mantenimiento de nuestros muebles limpiaremos bien el polvo inicialmente con la aspiradora o pasando un trapo con el producto que finalmente hayamos elegido y que nos vaya bien, como hacemos normalmente. Después podemos aplicar cera en pasta o crema para ayudar a embellecer y proteger la madera. La cera liquida también protege, pero sus capas no son tan densas como la que viene en pasta. Solo necesitaremos aplicar una capa fina de cera en pasta una o dos veces al año para mantener el brillo de nuestros muebles.
Los plumeros no son recomendados para muebles de madera, ya que estos no limpian bien. Además, las puntas de plumas quebradas pueden rasguñar o rayar la superficie de sus muebles.
Si quieres hacerte en casa tu propio producto casero puedes hacer una solución al 50 % de aceite de vaselina y esencia de trementina (aguarrás). El aguarrás limpia y el aceite mineral nutre la madera, además de repeler el polvo, que es justo lo que necesitamos limpiar y nutrir nuestros muebles. La aplicamos con un trapo suave, la dejamos actuar durante unos 15 minutos y después le pasamos otro trapo limpio para retirar el exceso. También el aceite de oliva o el aceite rojo pueden ser de gran valor.
Posibles accidentes domésticos:
– Los pequeños rasguños y rayas: A veces nuestros muebles sufren pequeños arañazos que se pueden disimular con la ayuda de un producto especial para estos casos, el cual conseguiremos normalmente en droguerías. Pero en el caso de las rayas y marcas más notables, podemos usar un rotulador o crema para calzado en un color lo más parecido posible a nuestro mueble.
– Las manchas específicas
- De grasa: podemos espolvorear con talco la mancha, que gracias a su poder absorbente eliminará cualquier rastro de la grasa y después procedemos a limpiarlo como habitualmente.
- De alcohol: en el caso de que se haya derramado alcohol sobre el mueble, lavaremos la zona rápidamente con un cepillo y agua jabonosa y esperaremos a que se seque.
- De cera: quitaremos cuidadosamente con un cuchillo la cera y después puliremos la zona con un papel de lija fino, también podemos recubrir la mancha con sal fina y frotarla con un corcho ligeramente húmedo. Después le pasaremos un paño húmedo.
Como os decía al principio, conocer el terminado de nuestro mueble puede ser importante para saber si unos productos nos van mejor que otros, pero en cualquier caso, dejaros aconsejar por nuestros vendedores en tienda y ¡vuestros valiosos muebles os lo agradecerán!
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